La teoría de la Ecología del Sonido nos explica que todos los paisajes sonoros están compuestos por un frente y un fondo; debe existir la capacidad de distinguirlos ambos, para poder tener consciencia del sonido total.
Es tomar consciencia del entorno sonoro de un ambiente, en un momento dado. Todos los ambientes tienen un paisaje sonoro, los elementos y habitantes de los ambientes naturales combinan sus sonidos de forma armónica. A medida que se intercalan elementos de la civilización humana, el paisaje sonoro se altera y comienza a ser cada vez más disonante, causando problemas de todo tipo. Krause (1933) notó que “cuando un pájaro canta o un mamífero o un anfibio emiten sonidos, parece que las voces encajaran en relación a todos los demás sonidos naturales, en términos de frecuencia y ritmo”.
Un ejercicio para saber si estamos percatándonos del sonido total de un entorno es ver si podemos escuchar nuestros pasos cuando caminamos. Si no es así, entonces el paisaje sonoro está siendo enmascarado por ruidos, que han dejado imposibilitado al oído humano para escuchar el sonido de este entorno.
Cuando los decibeles suben, se alteran muchas funciones en el hombre y de la naturaleza. Los sonidos tienen un significado en la Naturaleza, en cambio el hombre ha creado muchos sonidos que son solo causas, no contienen un significado en sí. Los peces se comunican a grandes distancias emitiendo sus sonidos, el ruido de los barcos hace que no puedan escucharlos y que ese paisaje sonoro haya sido alterado, a punto de que los sentidos de sus habitantes queden limitados.
Igualmente los pájaros que viven cerca de las carreteras ya no tienen la posibilidad de escucharse entre ellos, cuando quieren aparearse o para comunicarse, haciendo que muchas especies terminen desapareciendo. El ruido ajeno a lo natural, se llama “enmascaramiento”, y lo que causa es que no permite que haya brechas entre los sonidos, que no haya posibilidad de diferenciar frente de fondo y por lo tanto se pierda la capacidad de realmente oir…
“A medida que el paisaje sonoro se deteriora, disminuye proporcionalmente la consciencia de las sutilezas del medio ambiente sonoro. Como resultado, el significado que el sonido tiene para el oyente en los paisajes sonoros contemporáneos tiende a polarizarse en dos extremos -”ruidoso” o “silencioso”; apreciable o no apreciable; bueno (me gusta) o malo (no me gusta).” … El significado psicológico del sonido utilizado como fuerza de control -como arma (ofensiva) o como barrera (defensiva) en contra del paisaje sonoro- es que el medio ambiente y la comunidad se convierten en el enemigo. Igual que en cualquier guerra, el medio ambiente se convierte en campo de batalla y sufre tanto como sus habitantes. … Kendall Wrightson
En el ámbito psicológico, el ruido exterior no lo es todo… pues por causa del stress que causa, incrementa el “ruido” de pensamientos y sentimientos no deseados, que llevamos internamente cuando hablamos con nosotros mismos, con las incómodas emociones que despiertan en nosotros.
Schaffer, (Autor de la teoría de la Ecología Acústica, músico, compositor y ex Profesor de Comunicación de la Universidad Simon Fraser en Burnaby, BC, Canadá), sugiere que se debe mejorar la conciencia y el ejercicio del oído, haciendo ejercicios desde los colegios y en las comunidades para que las personas tomen consciencia de los diferentes sonidos de un entorno, que los puedan diferenciar, dividir, que puedan describirlos en sus recuerdos.
La “cultura del ojo” se ha sobrepuesto a la del oído y las personas cada vez son más visuales y requieren de más imágenes, pero la importancia de escuchar va quedando relegada a la costumbre de vivir en medio de ruidos que ni sabemos diferenciar y que percibimos en forma inconsciente, omitiendo los deleites que nos puede brindar el sentido del oir…
Muchas personas se aturden con el radio a todo volumen, o incluso todo el tiempo…, hay que dar pausas en las sociedades tan ruidosas que nos rodean, para que podamos ejercitar nuestro oído, para que podamos deleitarnos con sonidos que nos transporten hacia campos positivos en nuestro interior. Es necesario educarnos en una Ecología del Sonido.
El olfato lo teníamos mucho más desarrollado hace algunos milenios, pero su potencial se ha ido aminorando con el tiempo y la evolución, el oído está quedando relegado a un órgano perceptor de ruidos, el ojo está siendo contaminado por muchas imágenes que no necesitamos y que nos hacen daño…, y luego nos preguntamos por qué tenemos stress? Por qué no podemos poner la mente en blanco, meditar, descansar…? pues es que hay que volvernos hacia la Ecología de los Sentidos…
Via: http://www.eumus.edu.uy/ps/txt/wrightson.html